Científica y creyente

Soy científica y me encantan los misterios. A veces sólo por intentar resolverlos y buscar la solución y otras simplemente porque al no poder resolverlos me reconcomen por dentro. Conozco una empresa  que se dedica a la fabricación de este tipo de robótica industrial y maquinaría que es líder en su sector. Hablo de Taldec, una empresa que ha ayudado a muchas fábricas a mejorar sus condiciones laborales gracias a sus máquinas, una empresa en la que he trabajado investigando su tecnología para intentar mejorar, cada vez más, todos sus productos.

Pues bien, por loco que parezca, en esa empresa he conocido muchos misterios sin resolver dentro del campo de la investigación que me ha demostrado que tenemos muchas cosas que aprender.

Todos y cada uno de los productos que salen de Taldec y se ponen a la venta han pasado por los más rigurosos controles de seguridad y os puedo asegurar que funcionan perfectamente, al 100%. Sin embargo, antes de que pasen por ese control y lo superen ocurren cosas extrañas como brazos robóticos que se vuelven locos y cambian sus funciones a places o maquinaria industrial que decide cambiar sus parámetros de trabajo sin que nadie se lo indique. A veces pienso en que a lo mejor todas esas películas estadounidenses sobre la invasión de las máquinas o robots con conciencia y elección no quedan tan lejos a la realidad.

Pero este no es el único campo que me interesa. En YouTube hay un video sobre los 15 misterios sin resolver más grandes del mundo que me tiene loca. Hablan, por ejemplo, de un libro del cual aún no terminamos de conocer la función pero que contiene información que, en esa época, no habrían debido conocer.

Un misterio que me trae loca desde que lo conocí nos remonta a la Alemania de 1922. Ese año asesinaron a seis personas en la granja Hinterkaifeck. Más de 100 personas fueron entrevistadas por los asesinatos pero nadie fue arrestado y el misterio viene porque 6 meses antes la criada había dejado su puesto de trabajo asegurando que la casa estaba embrujada y la nueva doncella llegó sólo horas antes de los asesinatos.

También me inquietan mucho las imágenes tomadas en las que aparecen personas que teóricamente no estaban allí. Tecnológicamente se puede explicar con una superposición del negativo o apariencia vista que no es real pero… a veces no se puede explicar y es tan misterioso…

En el Castillo de Gwrych, en Gales del Norte, hay una leyenda sobre una planta que colapsó hace años y desde la que actualmente, tras su reforma, se aprecian figuras mirando desde sus ventanales.

Sea como sea me gusta decir que soy científica y creyente y nadie va a poder evitarlo porque me resulta enigmático e inquietante y todo eso me encanta.

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