Durante muchos años han sido mi peor pesadilla. Llegó a ser una obsesión. Los michelines han formado parte de mi vida durante mucho tiempo, demasiado. Creo que estéticamente no hay nada peor. Dicen que lo importante está por dentro, eso está claro, pero primero tienes que sentirte a gusto con tu cuerpo para poder verte guapa. Y yo, por culpa de la grasa que se acumulaba en mi barriga no era feliz.
Era muy duro ir con las amigas a la playa y no poder quitarte la ropa por vergüenza. O estar en una fiesta siempre con la barriga metida para dentro. Incluso tuve una época que no me atrevía ni a pasar desnuda por un espejo. Un trauma que intenté eliminar yendo al gimnasio, pero nada, que intenté eliminar comiendo sano, pero nada. Era como si formara parte de mi cuerpo y no se quisiera ir. Hasta que me puse en manos de la clínica Arte Estética y me hablaron de su tratamiento Narl, una nueva tecnología revolucionaria que elimina la grasa tanto subcutánea como visceral, sin tener que someterte ningún tipo de cirugía.
La verdad es que no me lo creía, pero había pasado por tantos tratamientos, que uno más, me daba lo mismo. Ahora bien, desde el primer momento comprobé que se trataba de algo diferente. Y es que ha supuesto toda una revolución en el mercado. Su técnica se basa en una frecuencia de ultrasonidos que provoca la producción de Noradrenalina, iniciando a su vez la lipolisis que descompondrá los triglicéridos en ácidos grasos. Es decir, que te elimina todas las grasas que se acumulan en tu cuerpo.
Cómo es
Además la forma de trabajar es sencilla, ya que tampoco soy muy amiga de pasar por quirófanos. La duración de la sesión dura unos 90 minutos, ya que depende de la zona a tratar. Os cuento cómo se aplica. Primero se prepara la zona con un gel conductor para la aplicación de Narl, provocando la sudación con 20 minutos de Termosudación. Luego se mantendrá la sudación otros 20 minutos más en una cinta de correr a una velocidad moderada. Después se realizará un tratamiento de hidroterapia durante 15 minutos para disminuir el ritmo cardiaco. Sí, como oyes, hay que correr para allanar el camino.
Resultados rápidos
Lo mejor de esta nueva tecnología es que los resultados son rápidos. Algo que me hizo ser muy feliz. A partir de la quinta o sexta sesión ya comencé a notarlo. Ahora bien la tecnología Narl tampoco es Lourdes, ahora tengo que llevar a cabo una dieta equilibrada combinada con ejercicio, en mi caso me he apuntado a clases de zumba. Pero está claro que ver que va bajando el michelín, es la mejor motivación. Con el paso de las semanas, vas comprobando como se reduce el tamaño de las células grasas y el volumen del cuerpo. Por cierto, también ayuda a la eliminación de la celulitis.
Tengo claro que este verano va a ser el primero que vaya a la playa en bikini, concretamente a las playas de Chipiona. Ahora no tengo complejos, me atrevo a mirarme al espejo una y otra vez, porque me veo sin ese flotador alrededor de mi cuerpo. Y lo más importante me siento feliz, por fin estoy contenta conmigo misma. Afortunadamente la tecnología me lo ha permitido.
Os recomiendo que si tenéis algún problema como el mío, os pongáis en contacto con esta clínica, que además de tener la técnica Narl, tiene otros sistemas de adelgazamiento, como el balón intragástrico, que seguro que te pueden ayudar.