El mundo de la ciencia es un mundo a parte, o por lo menos eso dicen algunos inversores que pretenden hacer funcionar proyectos científicos como si fueran empresas de servicios online o de productos tecnológicos. Como siempre se ha dicho, no se pueden juntar a las churras con las merinas.
Esto precisamente es lo que está pasando hoy en día con algunos campos científicos, que se pretenden hacer pasar por start ups tecnológicas de cualquier tipo cuando hay que atender a las diferencias, ya que al fin y al cabo para algo existen las clasificaciones. Nos estamos refiriendo al campo de la tecnología, un sector vital en nuestro día a día que está destinado a proporcionar ventajas al ser humano gracias a sus diversas aplicaciones.
Cuando pensamos en biotecnología, podemos a imaginar a científicos con batas y probetas, y en parte es cierto ya que el trabajo en el laboratorio es inevitable. Pero también tenemos que imaginarnos a aquellas personas que dirigen equipos de trabajo, o que han emprendido con una buena idea, y que necesitan ofrecerse al mercado.
Pues bien, esto es algo habitual, y en el mundo de la biotecnología emprender es algo que cuesta mucho debido a los costes de los materiales y instalaciones. Por eso no es mala idea relacionar el coworking con la biotecnología, ya que esta idea puede ayudar a mucha gente a llevar a cabo sus ideas.
Para aquellos que no sepan de que estamos hablando, el coworking es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes de diferentes sectores compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente, a la vez que fomentan proyectos conjuntos.
También se ha puesto de moda otro tipo de servicios, en concreto el alquiler de despachos por horas, ya que de esta manera se ahorran los costes de una oficina, lo que permite ahorrarse una gran cantidad de dinero al año. Estos espacios comunes se pueden encontrar gracias a empresas como Cacplus, un centro de negocios en Barcelona, en el que podrás alquilar por horas el espacio que mejor se adapta a tus necesidades, sean cuales sean.
La relación actual entre coworking y la biotecnología
Te preguntarás cómo puede relacionarse el coworking y la biotecnología, pues bien, existen empresas de biotecnología que buscan apoyar el emprendimiento y el desarrollo de ideas, aportando laboratorios y otras instalaciones con el fin de desarrollar estas empresas compartiendo recursos y esfuerzos.
Un ejemplo de esto último es la iniciativa llevada a cabo por ID Forest, que se trata de un coworking biotecnológico en el que se reúnen empresas que trabajan en el ámbito de la biotecnología, compartiendo recursos y esfuerzos. Un espacio para captar talento y evitar que se vaya fuera, que a su vez actúe como imán para nuevos proyectos. En definitiva, una nueva forma de trabajo que pretende «dar una oportunidad a las ideas buenas de investigación para que no se pierdan, tomen forma y se transformen en ideas de negocio», explica Olaizola.
Experiencia que ofrecen desde un espacio que además está vinculado a la Cátedra de Micología y el Parque científico de la Universidad, con el respaldo, a nivel de investigación, que eso supone. Y que ponen al servicio de «todas las ideas que innoven en un campo tan amplio como el de la biotecnología», con aplicaciones en la Agricultura, el Medio Ambiente, los alimentos, la Ecología, la Medicina, la Farmacia, la Biología, la creación de nuevos materiales, o el tratamiento de residuos.
Precisamente el contacto con la Universidad les permite captar a gente con ideas, gente que después de haber hecho una tesis doctoral tiene muy buenas ideas, pero no un lugar para desarrollarlas. Algo que pueden hacer de forma independiente que les puede ayudar «para que tengan más fácil el arranque de ese desarrollo nuevo, en lugar de irse fuera de España»