Según la Encuesta Europea de Salud en España (EESE), proporcionada por el Consejo de Dentistas, el 19,8% de la población mayor de 15 años fuma a diario, el 2,3% es fumador ocasional y el 22% es exfumador. Estos datos mantienen la tendencia decreciente del número de fumadores de los últimos años. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima en el informe sobre las tendencias de la prevalencia del consumo de tabaco en 2000-2025 una reducción del consumo de tabaco a nivel mundial del 23% para 2025.
Si eres fumador estás en peligro. El tabaco afecta directamente a la cavidad bucal y es el principal factor de riesgo de cáncer oral. También está estrechamente relacionado con la enfermedad periodontal, aumentando la probabilidad de esta patología entre dos y siete veces más que los no fumadores. El tabaco provoca otra serie de efectos negativos en la salud bucodental como manchas, halitosis, disminución de la percepción de sabores y los olores, altera la composición de la saliva -ya que destruye sus moléculas protectoras- y provoca la aparición de hongos.
Casos de cáncer
Cada año se producen entre 300.000 y 700.000 nuevos casos de cáncer oral en el mundo. En concreto, en España se diagnostican 7.000 casos de cáncer oral cada año y mueren 1.500 personas por esta causa. Asimismo, las personas expuestas al humo del tabaco tienen un 51% más de riesgo de desarrollar cáncer oral, según un estudio publicado en el British Medical Journal.
“El aumento de incidencia y prevalencia de problemas debido al tabaco aumenta de forma proporcional con el número de cigarrillos fumados. Está directamente relacionado por estadística el aumento de problemas por periodontitis, periimplantitis y cáncer en función de la cantidad de tabaco que se consume diariamente. Hay que reducir las dosis al máximo y si es posible, por supuesto, abandonar el hábito”, subraya el presidente del colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región (Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora).
La prevención
En este caso, y como ocurre con el tabaco, la mejor medida es la prevención. Visitamos a Blanc Clinic para que nos cuente cuáles son los procesos que podemos hacer para mantener una dentadura sana. Ahora bien, lo primero será dejar de fumar. ¿Estás dispuesto?
La base de una buena salud bucodental es una correcta higiene diaria. Además del cepillado dental tras cada comida y durante un mínimo de dos minutos, también se deben usar otros elementos como el colutorio y el hilo dental, cambiar el cepillo cada tres meses y llevar a cabo una dieta que incluya alimentos beneficiosos para las encías y la dentición.
La odontología conservadora engloba un conjunto de técnicas odontológicas que trata de conservar, con la mínima invasión, la dentición. Se emplea para restaurar las zonas perjudicadas por la caries y otras patologías, trabajando el tejido dañado sin influir en el resto de la pieza dental, evitando siempre que sea posible la extracción. Como has visto hay que apostar en la prevención como base de la salud bucodental, pero también en los hábitos de fumar.
Gran parte de los problemas orales no muestran síntomas hasta que se encuentran en una fase avanzada. Por ello, es necesario acudir a revisiones periódicas en el dentista. De esta forma, se pueden diagnosticar y frenar ciertas patologías a tiempo, evitando graves problemas bucodentales.
La mayoría de los problemas orales que tratan con este tipo de odontología se dan por una mala alimentación, higiene ineficiente o factores hereditarios. Los tratamientos preventivos más comunes son:
Limpieza dental: también denominada profilaxis. Se realiza con el objetivo de eliminar el sarro y la acumulación de placa bacteriana, que no es posible retirar solo con la higiene bucodental diaria.
Obturaciones: ante la caries, se elimina el tejido dañado y se coloca un composite en la pieza dental.
Reconstrucción dental: ayuda a recuperar la anatomía de la dentición dañada, mediante una serie de técnicas, y, con ella, su funcionalidad y estética.
No olvides los datos, el año pasado fallecieron en España a causa del tabaco 50.000 personas y más de ocho millones en todo el mundo. De esta cifra, siete millones se debió al consumo directo del tabaco y 1,2 millones de los fallecimientos son por la exposición del humo. Creo que son números para pensarnos si deberíamos seguir fumando. La verdad es que no merece la pena, otro día hablaremos de lo estético en las personas que fuman, que es caso aparte.