Siempre hay que tener en mente una cosa: hay que predicar con el ejemplo de lo que solemos decir. Si defendemos una manera de actuar en la vida, tenemos que ser los primeros que apliquemos todo aquello que decimos defender. Si no es así, está claro que estaremos dando la sensación de que nuestra teoría tiene lagunas. Por tanto, si queremos ofrecer un argumento para convencer a la gente de lo que decimos es verdad, debemos hacer todo lo posible por actuar en base a nuestras opiniones. Esto es especialmente importante si estamos hablando, más que a nivel personal, desde un punto de vista empresarial o institucional.
Por supuesto, esa última visión que hemos presentado es en la que mejor se ve si realmente se confía en aquello que se dice. ¿Os imagináis que un determinado político dice que hay que confiar en las energías renovables, que son el presente y el futuro de nuestra sociedad, y no hiciera ni una simple inversión en ellas a lo largo de su mandato? Es verdad que esto ha sucedido en España y también en otros países, pero parece que la cosa está cambiando y que, al menos en España, sí que estamos empezando a mostrar esa tendencia ligada a cuidar de las energías limpias y renovables. La solar es una de las mejores en ese sentido.
Y es precisamente la energía solar por la que se viene invirtiendo bastante en nuestro país en los últimos años. Buena muestra de ello es la noticia que vamos a enlazar a continuación y que fue publicada en la página web del diario El País. En ella, se dice que el autoconsumo eléctrico se duplicó en todo nuestro territorio durante el año 2022 porque 200.000 casas ya contaban con paneles solares. Y el dato, por supuesto, se ha venido incrementando desde ese momento hasta la actualidad. En este caso, sí que estamos predicando con el ejemplo. Y así debe seguir siendo de cara a los años que están por venir.
España, de este modo, se ha colado entre los 10 primeros países del mundo en lo que respecta a potencia solar fotovoltaica instalada. Así lo revela el gráfico que os acabamos de enlazar y que es propiedad del portal web Statista. El dato es de 2023 pero continúa siendo vigente todavía a día de hoy. Revela también que China es el país que ostenta la máxima potencia instalada con 650 gigavatios, mientras que Estados Unidos e India ocupan la segunda y tercera posición, respectivamente. España disponía de 37’5 gigavatios. Estamos lejos de ser la primera potencia del mundo en este sentido, pero es verdad que ni nuestra extensión ni nuestro volumen de población tienen nada que ver con la de los otros 3 países que hemos mencionado.
Por tanto, podemos decir que España sí ha predicado con el ejemplo en los últimos tiempos. Es verdad que nuestros políticos llevaban hablando de energías renovables durante mucho tiempo y que no terminábamos en muchas ocasiones de ver los resultados que eso conllevaba, pero la verdad es que de ejemplo de la energía solar pone de manifiesto que la apuesta es real y que ha venido para quedarse. Lo mismo podríamos decir de otro tipo de energías renovables como la eólica, que al igual que sucede con la solar, es una de las principales en España, lo cual se puede ver simplemente con hacer un viaje por el país y ver las numerosas instalaciones que ya hay repartidas en todo el territorio.
Dar ejemplo entre los más pequeños es fundamental
Este tipo de proyectos también tenemos que hacerlos pensando en los más pequeños. Y no solo por dejarles un mundo mejor, sino para que se empiecen a habituar a todo lo que tiene que ver con las energías renovables, que a fin de cuentas van a ser elementos con los que tengan un contacto permanente de cara al futuro e incluso en el presente. Como es lógico, la instalación de todo tipo de energía renovable es una cuestión con la que debemos educar y la mejor manera es que haya elementos como las placas solares en centros educativos, como ha venido haciendo la Junta de Andalucía, según hemos podido saber a través de García Guirado.
Esta que hemos comentado no es solamente una manera de hacer que haya centros que puedan contar con un autoabastecimiento en lo que a energía solar se refiere. Es una manera de que los chavales vean cada día en primera persona lo importante que es la apuesta por este tipo de energías, que sean conscientes de que forma y va a seguir formando parte de su realidad diaria. En otras palabras, es una manera de concienciar. Y este es precisamente eso, generar una conciencia, lo que necesitamos en materia de energías renovables, pero no solamente de la solar, sino también de todas y cada una de las que ya existen y que tenemos a nuestra disposición.
Por lo que hemos podido saber, hay muchas más instituciones públicas que tienen planes similares a los que hemos comentado de la Junta de Andalucía. En España disponemos de una amplísima variedad de centros educativos, ya sean colegios, institutos o universidades. Son muchos metros cuadrados de tejados en los que se pueden instalar miles y miles de placas solares. Desde luego, y teniendo en cuenta que España es uno de los países más soleados que hay sobre la faz de la Tierra, esto implica una oportunidad que no podemos dejar escapar por nada en el mundo. Es una prueba de que las instituciones son las primeras que están dando ejemplo en este sentido.
Son muchas las personas que se están beneficiando de un tipo de proyecto como del que estamos hablando. Mucha gente, al instalar placas solares en su casa, está obteniendo una reducción considerable de la factura de la luz, con lo importante que eso resulta en un contexto en el que los suministros y su coste han estado en tela de juicio, especialmente a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania, que ya dura más de 3 años. Pero lo más importante de todo es el beneficio social que estamos contribuyendo a realizar y que es elemental para el futuro de una sociedad que no puede depender de los modelos antiguos de energía. El progreso es renovable y nuestro planeta va a agradecer que apostemos por energías renovables.
El beneficio no es solo económico, claro
No todas las ventajas son económicas en lo que respecta a un aspecto como del que estamos hablando. Hay ventajas que son de corte social y de corte medioambiental. La verdad es que no podía ser de otra manera. Llevamos demasiado tiempo dilapidando recursos naturales y la verdad es que el planeta ha alcanzado un límite. Los recursos que no son renovables se están acabando y tenemos la necesidad imperiosa de seguir generando ideas que nos permitan tener cierta calidad de vida y evitar problemas como los que tienen relación con el cambio climático. Ya se han implantado medidas interesantes como la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles (a través de la prohibición de que circulen vehículos que los usan por determinadas zonas de las grandes ciudades), la eliminación de bolsas de plástico de un solo uso o la obligación de reciclar en casa. Y hay que ir a por más, sin duda.
Pero queda mucho camino por recorrer, eso también hay que tenerlo claro. No cabe la menor duda de que este es un asunto que debe permanecer en nuestra vida de manera permanente, incluso aunque las cosas vayan mejorando. No podemos olvidarnos del entorno que nos rodea porque es sensible ante todas las actividades que realizamos. Y es nuestra vivienda, la que nos alberga en todos los momentos de nuestra vida. Por tanto, hay que tener siempre presente que lo que nosotros hacemos o dejamos de hacer tiene una influencia enorme en todo lo que puede pasar con nuestro planeta a corto, medio y largo plazo.
Ojalá que la conciencia continúe creciendo de cara a los próximos años. Lo viene haciendo de un tiempo a esta parte, pero es necesario mantenerla y hacerla crecer para que los objetivos que se están persiguiendo se puedan ver cumplidos. La tarea que tenemos entre manos es necesario que encuentre como actrices a las empresas, a las instituciones públicas y a todas las personas que componen nuestra sociedad. En caso de que alguno de estos miembros no sume, estaremos perdidos.
Es el momento de que demos un paso hacia delante. La Tierra nos lo reclama y la verdad es que se lo debemos, ¿no os parece? Las energías renovables de las que hemos hablado son un punto importante en este sentido, pero que nadie se olvide de lo demás. Este es un proyecto en el que todo cuenta y en el que no nos podemos centrar únicamente en un campo, en una vía de mejora, porque esa mejora ha de ser integral. Solo así avanzaremos en la dirección correcta.