De unos años a esta parte el país vecino se está convirtiendo en centro tecnológico y uno de los lugares preferidos de los grandes empresarios para invertir en ciencia. Sus ingenieros y técnicos están consiguiendo grandes avances e innovaciones en diferentes sectores y el Gobierno ofrece un presupuesto de inversión bastante más amplio que el que hay aquí en España.
Esta confluencia de situaciones ha provocado que muchos de nuestros pequeños y grandes empresarios se planteen la posibilidad de emigrar a Francia o de invertir en algún negocio en el país de la Torre Eiffel, el problema es que algunos se frenan en seco al ver las trabas burocráticas que hay, que no son pocas, pero se pueden solventar. Como consejo les diré a todos aquellos que se estén planteando algo parecido que se pongan en contacto con un buen traductor, yo recomiendo este traductor jurado en francés porque ya he trabajado con él en más de una ocasión y da muy buenos resultados pero lo importante es que sólo los documentos traducidos por un traductor jurado y sellados con su firma tendrán validez fuera de nuestras fronteras.
Una de las últimas noticias al respecto es que Aragón va a construir material científico para Francia. Por lo visto, estos científicos afortunados aragoneses se han hecho con un contrato de 3,3 millones de euros para realizar un nuevo instrumento que permita estudiar los neutrones. Esto me hace pensar que nuestros técnicos y científicos tienen un hueco importante en Europa, de hecho, estamos muy bien valorados en este sentido, el problema radica siempre en el pequeñísimo presupuesto que tienen para investigación. La mayoría de ellos, por buenos que sean, tienen las manos atadas.
Esto es una pena y el problema es que por mucho cambio de gobierno que haya o por muy repartido que se encuentre el poder del Estado, esto no tiene pinta de cambiar en un corto o medio plazo de tiempo porque hay otros sectores que también necesitan inversión y aunque en importancia podríamos equipararlos, hay que reconocer que son más urgentes. Hablo de la educación, las pensiones, la salud, etc.
Sin embargo, a pesar del poco presupuesto, nuestros científicos demuestran, año tras año su valía y eso proyecta la firma española a países extranjeros abriendo la puerta a la inversión y a la contratación de profesionales nacionales fuera de nuestras fronteras.